12/9/08


De un mail del día de la fecha y una desubicada ex compañera de diseño que te pregunta pelotudeces. Espero que no vuelva a suceder, Martina-bonita. Con todo el cariño del mundo: para escribir estas forradas me consigo un laburo en Cosmopolitan.

En fin:


acerca de que corpiño ponerte,

1. Para el caso de la cita con el pibe que te venís revolcando hace rato: cualquiera. Yo diría en principio que el de femme fatale va bien, porque a esta altura el pibe debe estar un toque cansado de salir con una guanaca con tan poco criterio como vos. No sé, por lo menos histeriquealo . Aparte si no te queda tan pero tan bien la remera, no importa, el flaco ya sabe cuán bonitas son tus boobies. Salvo claro que seas una rubia boluda y salgas, no sé, con un pibe tremendamente inseguro que en realidad sale con vos únicamente para sacarte a pasear y mostrarle al mundo tus melones. Pero bueno ahí Martina fijate, porque me dan cero ganas de andar rescatándote.

2. Para el caso de la primera cita: yo optaría por el que te hace buenas tetas con la remerita puesta. Yo porque en mi mente soy más recatada que en la realidad y nunca voy con planes específicos de hacer algo en la primer salida., pero en fin, el hecho es que la primera impresión un poco cuenta. Después cualquier cosa a la hora de los bifes optás por hacerte la tímida (poca luz) o la apurada (te sacás el ñocorpi antes de que él se dé cuenta de lo mal que te queda).

3. Para el caso de conocer a los amigos de tu novio: qué sos, boluda? El que te queda bien con la remera puesta. O no era que tenías alguna intención de caerles simpática?

4. Para la entrevista de trabajo: adiviná.

5. Para el caso de una reunión con tus amigas: ninguno de los dos, nena- salvo que tengas intenciones de revolcarte con alguna, por supuesto.

6. Para el caso de una salida con amigas en la que haya chance de levantarte flacos: bueh boluda media pila, fijate qué te pega mejor con la ropa.

En fin. Mails poco inspirados, algo de dolor de hígado, algo de culpa, un poco de paja, muy pocas ganas de gastar mi plata en cosas tan pelotudas como una planchita nueva.

Un beso.

L